martes, 15 de junio de 2010

Félix Fuentes: En la Línea

08 de junio de 2010
Aumenta el terror implantado por el hampa; división en mandos castrenses

Los cinco cadáveres aparecidos sin corazones en Cancún y los 55 cuerpos en descomposición en la mina La Concha —cercana a Taxco, Guerrero—, constituyeron notas menores en medios informativos. Es la evidencia de que nuestra sociedad está deshumanizada.

Si el número de ejecuciones en tres años y medio del régimen actual se aproxima a 24 mil y el presidente Felipe Calderón afirma que no dejará a los mexicanos en manos de delincuentes, cualquiera otra consideración sale sobrando. ¿O podemos esperar mejores condiciones en los años por venir?

Nuestra nación es digna de mejor suerte y respeto, su gente merece vida de tranquilidad y trabajo, en vez de vivir arrinconada, presa de espanto por el intenso zumbar de las balas y el miedo de ser acribillada si no paga las cuotas exigidas por el hampa.

La mitad de los habitantes de Ciudad Juárez emigran a El Paso, Texas, o a donde sea posible encontrar la paz y una fuente de trabajo digna porque en la tierra donde nacieron se les ha negado todo, hasta el derecho de ver crecer a sus niños y brindarles educación.

Las imágenes del éxodo se repiten en las ciudades de Tijuana, Reynosa, Nuevo Laredo, Monterrey, Piedras Negras y tantas otras. Miles de familias se obligaron a rematar sus bienes o a perderlo todo, con tal de ponerse a salvo.

Del otro lado de la frontera, las rentas y los precios de los bienes raíces se han duplicado o triplicado, porque así lo demanda la maldecida ley del terror.

PARA COLMO, LAS FUERZAS encargadas de enfrentar al crimen organizado se advierten divididas. En las altas esferas del gobierno e incluso en los cuarteles se comenta que los soldados han sido marginados y se prefiere a los marinos para llevar a cabo las investigaciones importantes relacionadas con el narcotráfico.

Militares de alto grado advierten que el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, ya no asiste con regularidad a Los Pinos, como antes.

Eran constantes, se comenta, las comidas del primer mandatario con el general Galván, pero de hecho se han suspendido, por razones desconocidas.

En la Sedena se comenta que hoy prefiere el presidente Calderón a las fuerzas de la Armada, las de Marina, que a las del Ejército Nacional. Y la versión extraoficial es que fue tomada esa decisión “para que no se vean preferencias por los militares”.

Esa situación ha trascendido a los propios cárteles de las drogas y es la razón por la cual se engrandecen y tratan de demostrar su dominio sobre las fuerzas del orden.

En estas condiciones, nos dijo una fuente confiable, será más difícil combatir a las bandas del narcotráfico y se esperan otros dos años, por lo menos, de peores sucesos. Después de todo, lo que al hampa importa es imponer el terror y extender sus dominios en toda la república.

Al inicio del actual régimen corrió la versión de que “El Chapo” Guzmán no sería detenido, ni sus principales lugartenientes, como “El Mayo Zambada” y Nacho Coronel. Esto ya se ha publicado en medios internacionales, incluso por un comentarista del New York Times. Visto el manejo de las fuerzas armadas, ni “El Chapo”, ni los otros cabecillas de van a ser dominados.

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